"Cuanto ms noble y perfecto es un ser, ms tardo y lento es
en llegar a la madurez. Un hombre dificilmente llega a la
madurez de su potencia razonadora y sus facultades mentales antes de los veintiocho aos, mientras que una mujer
lo hace a los dieciocho. E incluso entonces, en el caso de la
mujer, slo es cierta clase de razn, de dimensiones muy
menguadas. Por este motivo las mujeres siguen siendo infantiles durante toda su vida; slo ven lo que est muy cerca
de ellas, se aferran al momento presente, toman la apariencia por realidad y prefieren las trivialidades a los asuntos de
mxima importancia"
Sobre las mujeres
"Slo el aspecto de la mujer revela que no est destinada ni
a los grandes trabajos de la inteligencia ni a los grandes trabajos materiales. Paga su deuda a la vida, no con la accin,
sino con el sufrimiento, los dolores del parto, los inquietos
cuidados de la infancia; tiene que obedecer al hombre, ser
una compaera paciente que le serene. No est hecha para
los grandes esfuerzos ni para las penas o los placeres excesivos. Su vida puede transcurrir ms silenciosa, ms insignificante
y ms dulce que la del hombre, sin ser por naturaleza mejor ni peor que ste.
Lo que hace a las mujeres particularmente aptas para
cuidarnos y educarnos en la primera infancia es que ellas continan siendo
pueriles, frvolas y cortas de luces. Durante toda su vida siguen siendo nias grandes, una especie de
estado intermedio entre el nio y el hombre, nico que representa el genus homo en el sentido estricto del trmino...
Solamente el hombre cuyo intelecto est nublado por
sus impulsos sexuales podra calificar de bello sexo a esa raza
de baja estatura, hombros estrechos, anchas caderas y piernas cortas, pues toda la belleza del sexo est ligada a ese impulso.
En vez de llamarlas bellas, sera ms apropiado denominar a las mujeres como el sexo antiesttico. No tienen
verdadera capacidad o sensibilidad para la msica ni la poesa ni las bellas
artes, y cuando fingen tenerlas a fin de reforzar sus esfuerzos de agradar, es una mera farsa...
Constituyen el sexus sequior, el segundo sexo, inferior en
todos los aspectos al primero. Hay que tratar sus debilidades
con consideracin, pero mostrarles una gran reverencia es
ridculo en extremo y nos rebaja ante sus propios ojos...
Que la mujer est destinada por naturaleza a obedecer
se evidencia en el hecho de que toda mujer situada en la posicin antinatural de
completa independencia se une inmediatamente a algn hombre a quien permite que la oriente y dirija. Esto se debe a que necesita un seor y un amo.
Si es joven, ser un amante; si es vieja, un sacerdote"
Las mujeres
2006 Tengo
derecho como espaol a levantarme de esta mesa e irme ahora mismo, se
entera?